Si alguien no conocía la regulación del procedimiento para el pago de la “patente” a los foráneos pretendientes de las mozas cubillanas, dispone en este ejemplar de una oportunidad para instruirse, puesto que en él se desempolvó un documento de la década de los 70 que abordaba la situación. También se recuperaba un escrito de Carlos Díaz acerca de las fiestas publicado una década antes pero que mantenía la misma vigencia, mientras que Conrado Domínguez transcribía una de esas jocosas peroratas a las que acostumbraba a la audiencia del Pósito durante la comida de hermandad. Y otro gran colaborador aparecía en la palestra: Roberto Mora.
Aunque la fotografía del pueblo visto desde Los Llanos que identificaba la portada de la revista se había renovado un par de años atrás, este ejemplar sería el último en mostrar esta imagen clásica de la publicación. No obstante, los cambios que se sucederían en el magacín serían progresivos. En esta ocasión el interior presentaba una novedad respecto a los años anteriores: por primera vez aparecían textos justificados (alineados tanto a izquierda como a derecha), un avance técnico que las máquinas mecanográficas convencionales no habían conocido. Paralelamente, la actual restauración digital de este ejemplar mantiene el tipo de letra de los anteriores pero sigue otro patrón de maquetación, más acorde con las ediciones posteriores.
Contenido
Ley de enjuiciamiento patental
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Jóvenes cubillanos de 1972
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El final
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Raúl Andrés
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Carta
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Roberto Mora
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El abuelo
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Anónimo
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Olor de hogar
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José Antonio Domínguez
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Letras nuestras: Miguel de Unamuno
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Manolo Tortajada
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Las cosas del tío Julián (Las fiestas)
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Carlos Díaz
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Los veinte años
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Jordi Martínez
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El idioma castellano
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Conrado Domínguez
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Sopa de letras
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Roberto Mora
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Fiestas de 1993
El 20º aniversario de las fiestas pasó casi inadvertido si atendemos a la programación prevista en su cartel. El evento del verano lo marcó la manifestación popular a Cuenca en favor de la independencia municipal. Tres autocares fueron fletados desde El Cubillo hasta la capital provincial, iniciándose la marcha en la Plaza de la Hispanidad y finalizando la misma en la Subdelegación del Gobierno (antiguo Gobierno Civil), donde se presentó una instancia. Por un día la calle Carretería fue tomada por los cubillanos, que reclamaron a viva voz la separación de Alcalá de la Vega: “Viva, viva, viva - viva El Cubillo libre. Viva, viva, viva - viva el cubalibre”; sin olvidar otro cántico muy celebrado por la juventud: “No queremos ser de Alcalá de la Vega. No queremos ser del pueblo de Alcalá. Queremos sólo ser un pueblo independiente. Queremos tener bar para poder privar”.
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