Los relatos y las poesías ya habían copado prácticamente el contenido de la revista, pero en este ejemplar volvemos a encontrarnos con dos estudios de sumo interés. Pablo J. Pérez nos instruyó acerca de aquellos hongos que, por desconocimiento, se catalogan como “pejines” y que, sin embargo, sí son comestibles. Carlos Díaz, por su parte, comenzó una serie de artículos sobre las plantas silvestres, explicando en esta ocasión las propiedades de la corrogia.
La incorporación literaria más relevante del año fue precisamente la hija de Carlos, Sabina, que llegó a convertirse en una asidua de la revista. El equipo de coordinación también realizó un fichaje que resultó ser decisivo en la maquetación, Josep Sarrió, pues logró un acabado del magacín muy profesional. Y la última novedad del año fue la creación de la Asociación de Vecinos de El Cubillo, que aprovechó la oportunidad para darse a conocer en este número.
La incorporación literaria más relevante del año fue precisamente la hija de Carlos, Sabina, que llegó a convertirse en una asidua de la revista. El equipo de coordinación también realizó un fichaje que resultó ser decisivo en la maquetación, Josep Sarrió, pues logró un acabado del magacín muy profesional. Y la última novedad del año fue la creación de la Asociación de Vecinos de El Cubillo, que aprovechó la oportunidad para darse a conocer en este número.
Contenido
El río Cabriel
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Sabina Díaz
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Almansur
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José Antonio Domínguez
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Sentimientos con el paso de los años
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Judit Garrido
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La noche
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Roberto Mora
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Invitación a la vida
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Roberto Mora
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La sombra
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Roberto Mora y Sandra Crespo
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Ordenar el caos
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Juan José García
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Hasta el amanecer
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Alberto Soriano
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Balada de Caín
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El Perla
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El comentario citado
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Raúl Andrés
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La tristeza de un poema
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Judit Garrido
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Juvenal
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Raúl Andrés
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El único amor de Triky
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Sandra Crespo y Roberto Mora
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Tú, El Cubillo y yo
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Sandra Crespo
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¡No al terrorismo!
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Carolina Soriano
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Los abuelos
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Amador Muñoz
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Pejines y compañía
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Pablo J. Pérez
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Yerbatos: Corrogia
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Carlos Díaz
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Recuperar el pasado
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Raúl Andrés
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Programa de festejos
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La Junta
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La Asociación
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La Asociación
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Fiestas de 1996
La junta no reparó en gastos y preparó unas fiestas cargadas de novedades. Se recuperó el formato de cuatro días de verbena y por vez primera se montó un castillo hinchable para los niños y otras atracciones para jóvenes y no tan jóvenes: toro mecánico, circuito de motos y tren “turístico”. La orquesta Diamond actuó las dos primeras noches, Nuevo Amanecer amenizó la tercera y la última se recordará por el espectáculo de variedades y la pareja de ‘streepers’ que desafió al frío de la serranía ante la mirada atónita de los presentes.
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